Los cánceres cervicouterinos siempre se presentan como bultos grandes y notorios. Los bultos pequeños situados cerca del conducto endocervical pueden pasar desapercibidos si no se evalúa cuidadosamente la UEC.
TLos criterios para reconocer el cáncer de cuello uterino son la presencia de irregularidad superficial y sangrado por contacto. Dependiendo de la presencia o ausencia del epitelio superficial, puede producirse, o no, reacción acetoblanca. Aunque los cánceres escamocelulares del cuello uterino son los más frecuentes, la malignidad del epitelio columnar (adenocarcinoma) se observa en aproximadamente entre el 10 al 20% de las mujeres. Para no pasar por alto los adenocarcinomas, el epitelio columnar debe evaluarse cuidadosamente para detectar la persistencia de áreas densas de color blanco yeso.
La presencia de úlceras en el cuello uterino puede deberse a infecciones bacterianas o víricas o a una malignidad. Una úlcera maligna puede tener áreas acetoblancas, pero no siempre es así. En caso de duda, es prudente categorizar una úlcera como sospechosa de cáncer y coordinar la derivación de la paciente.
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