Uso de pruebas de VPH para el tamizaje del cáncer cervicouterino y el manejo de mujeres VPH positivas: una guía práctica en línea

El éxito de un programa de tamizaje del cáncer cervicouterino depende del manejo adecuado de las mujeres con pruebas de detección positivas. Dado que la positividad del VPH por sí sola no indica la presencia de lesiones premalignas o malignas del cuello uterino, suele recomendarse una prueba de triaje. Las mujeres cuya prueba de triaje arroja un resultado positivo son derivadas para una colposcopia o son evaluadas directamente para recibir tratamiento.

Las pruebas utilizadas para el triaje pueden ser la IVAA, el genotipado del VPH16/18, la citología (o la citología en base líquida), una combinación de éstas o la colposcopia.

En entornos de bajos recursos con servicios de colposcopia e histopatología limitados o inexistentes, la OMS recomienda un enfoque más realista consistente en ofrecer tratamiento a todas las mujeres VPH positivas. Esto se conoce como el enfoque de tamizaje y tratamiento, consistente en ofrecer tratamiento a todas las mujeres con pruebas positivas directamente, sin verificación de la enfermedad mediante colposcopia o histopatología. El enfoque de tamizaje y tratamiento tiene el potencial de mejorar la eficiencia de un programa de tamizaje ya que aumenta el cumplimiento del tratamiento por parte de las mujeres con pruebas de detección positivas y reduce la derivación para colposcopia.

En las mujeres que viven con el VIH, la tasa de positividad del VPH puede ser muy alta. Para estas mujeres, la OMS recomienda utilizar cualquiera de las pruebas de triaje y no aplicar una estrategia de tamizaje y tratamiento.