Pruebas del VPH – Variación entre pruebas | Haga clic en las imágenes para ampliarlas y ver las descripciones |
En la actualidad, existen diversos tipos de pruebas para detectar el VPH, que utilizan diferentes tecnologías. En términos generales, se pueden clasificar en pruebas de ADN del VPH, que detectan la presencia de ADN del VPH de alto riesgo que codifica la proteína de superficie viral L1, y las pruebas de ARN del VPH, que detectan la presencia de ARN mensajero (ARNm) que codifica las proteínas E6/E7 de los tipos de VPH de alto riesgo. Para la detección molecular del VPH de alto riesgo se utilizan pruebas de amplificación de ácido nucleico (NAAT, por sus siglas en inglés), que pueden clasificarse en ensayos de amplificación de señal o ensayos de reacciones en cadena de la polimerasa en tiempo real (RT-PCR, por sus siglas en inglés).
La mayoría de las pruebas disponibles actualmente pueden detectar la presencia de cualquiera de los 12 tipos de VPH de alto riesgo, aunque algunas no identifican individualmente los genotipos. Por otro lado, alguna pruebas pueden detectar individualmente un número limitado de genotipos, principalmente VPH16 y VPH18, de forma simultánea, con detección agregada de los demás genotipos de VPH de alto riesgo. Es importante destacar que la información sobre el VPH16 y el VPH18 obtenida a través de la prueba del VPH (genotipificación concurrente) se utiliza para el triaje junto con la IVAA, la citología o la colposcopia.
La prueba A es altamente sensible y detecta casi todas las NIC2/NIC3. Debido al gran número de resultados falsos positivos, la especificidad es mucho menor. La baja especificidad indica que un gran número de mujeres serán tratadas innecesariamente y el programa gastará más recursos. La prueba B es más equilibrada en cuanto a sensibilidad y especificidad.
No todas las pruebas de VPH están validadas para ser utilizadas en el tamizaje del cáncer cervicouterino. Una prueba de VPH validada mantiene un umbral mínimo de sensibilidad y especificidad clínicas, para poder identificar al máximo número de mujeres que corren el riesgo de tener o desarrollar NIC2 o lesiones más graves. Una prueba con alta sensibilidad analítica, identifica un gran número de infecciones que probablemente no progresen a enfermedad y tiene una baja especificidad. Una nueva prueba de VPH debe demostrar una sensibilidad y especificidad no inferior para detectar NIC2 o lesiones más graves en comparación con una prueba que haya sido validada en estudios controlados aleatorizados bien diseñados. También se debe demostrar una alta reproducibilidad intra e Inter laboratorio para las nuevas pruebas. Aunque la OMS ha recomendado las pruebas de ADN del VPH tanto para mujeres en la población general como para mujeres que viven con el VIH, las pruebas de ARN del VPH aún no han sido recomendadas para las mujeres que viven con el VIH. Ambas pruebas pueden ser utilizadas en contextos de tamizaje y tratamiento o de tamizaje, triaje y tratamiento. La guía de la OMS de 2021, para el tamizaje y el tratamiento de las lesiones precancerosas de cuello uterino para la prevención del cáncer cervicouterino, segunda edición, recomienda que el intervalo de tamizaje para mujeres con resultado negativo en una prueba de ADN del VPH se extienda a 10 años. Se recomienda que el intervalo se limite a 5 años para las mujeres con resultado negativo en una prueba de ARN del VPH. Debido a la falta de evidencias, la OMS aún no recomienda una prueba de ARN del VPH para las muestras obtenidas por autotoma. En la siguiente sección se describe cómo tomar muestras para la prueba del VPH. |