Atlas de colposcopia – principios y práctica

Al nacer, existe una unión abrupta entre el epitelio escamoso del exocérvix (el epitelio escamoso original) y el epitelio columnar del endocérvix. En la pubertad, la UEC se encuentra en el orificio externo. Debido a la exposición al estrógeno (en el nacimiento, durante la pubertad y a lo largo de la vida reproductiva), los órganos genitales femeninos, incluido el cuello uterino, aumentan de tamaño y como resultado, el conducto endocervical se evierte exponiendo el epitelio columnar a la vagina, a lo que se denomina "ectopia". Esta eversión expone el epitelio columnar del endocérvix al pH ácido de la vagina. La acidez, junto con otros factores, estimula la sustitución del epitelio columnar por el epitelio escamoso. Este proceso se conoce como metaplasia. La metaplasia da lugar a la formación de una nueva UEC. El área entre la UEC original y la nueva UEC se conoce como zona de transformación. Generalmente los cambios metaplásicos comienzan en la periferia del ectropión y se extienden hacia el orificio externo. Los cambios también pueden producirse en manchas discretas en el epitelio columnar. Las nuevas células escamosas se originan a partir de las células "reserva" totipotentes que permanecen inactivas debajo de las células columnares.

El proceso de metaplasia comienza con la fusión de las puntas de las vellosidades, seguido del recubrimiento del epitelio columnar por un epitelio inmaduro, delgado y translúcido. Con la proliferación gradual y la diferenciación de las células escamosas, el epitelio inmaduro madura. A veces, el epitelio escamoso maduro formado debido a la metaplasia es indistinguible del epitelio escamoso original.

A medida que avanza la metaplasia, se forma una "nueva" UEC, que se desplaza gradualmente hacia el interior del orificio externo.

El epitelio metaplásico puede presentar una ligera reacción acetoblanca y, a menudo, la absorción de yodo en él es heterogénea (no homogénea).