El epitelio escamoso y el epitelio columnar se encuentran en una línea conocida como unión escamocolumnar (UEC). Después de limpiar el cuello uterino con suero fisiológico, la UEC es visible como la unión entre el epitelio escamoso rosado y el epitelio columnar rojo. Sin embargo, la UEC se aprecia mucho mejor después de la aplicación de ácido acético, ya que se presenta como una línea blanca bien definida. Además, la unión entre el epitelio escamoso de color marrón y el epitelio columnar rojo es claramente evidente después de la aplicación de yodo de Lugol.
El colposcopista debe intentar rastrear la UEC a lo largo de todo su recorrido. La UEC se identifica fácilmente si se encuentra en el orificio externo o en el exocérvix. Cuando la UEC se extiende dentro del endocérvix, es necesario manipular el cuello uterino con un espéculo endocervical para poder visualizarla.
El error más común en la colposcopia es la incapacidad para identificar correctamente la UEC. No se puede subestimar la importancia de esta parte de la colposcopia. Para lograr una identificación precisa de la UEC, es fundamental seguir el epitelio columnar hasta su punto más bajo en lugar de intentar ubicar la extensión aparente más alta del epitelio escamoso.
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Características microscópicas: La unión entre el epitelio escamoso multicapa y el epitelio columnar monocapa es visible como una transición abrupta (escalón). En la colposcopia se puede observar de forma prominente la UEC debido a la diferencia de altura entre los dos epitelios.
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