Los condilomas genitales (verrugas) son causados por una infección con tipos de bajo riesgo (no oncogénicos) del virus del papiloma humano (VPH). Los condilomas pueden detectarse en los genitales externos, la vagina o el cuello uterino y con frecuencia son múltiples.
Desde el punto de vista clínico, los condilomas cervicales detectables, pueden presentarse como lesiones únicas o múltiples, definidas, grumosas e irregulares en el cuello uterino. El color suele ser blanco y brillante, con la superficie irregular, rugosa o puntiaguda. Los condilomas pueden estar situados en cualquier parte del cuello uterino. A diferencia de las lesiones neoplásicas, no se limitan a la ZT.
Cuando existen lesiones múltiples, las lesiones alejadas de la UEC se denominan lesiones satélites, que son características de los condilomas. Algunos de los condilomas presentan proyecciones en forma de dedos en la superficie (condiloma papilífero) con un asa capilar central en cada una de las proyecciones. Un condiloma de este tipo cerca de la UEC puede confundirse con vellosidades prominentes del epitelio columnar.
Se observan múltiples condilomas con forma de lesiones blancas, discretas y en relieve en la vagina con o sin lesiones cervicales asociadas.
Los condilomas vulvares pueden ser unas pocas lesiones papilares discretas o múltiples lesiones exofíticas con proyecciones puntiagudas o en forma de dedos en la superficie.
La mayoría de los condilomas del cuello uterino no son visibles antes de la aplicación de ácido acético. Las áreas acetoblancas con márgenes geográficos irregulares y múltiples lesiones satélite, a menudo alejadas de la UEC, son características de estas infecciones subclínicas por papilomavirus (SPI). Las lesiones pueden ser blancas lechosas o ligeramente acetoblancas y pueden presentar mosaicos finos en la superficie.
Después de la aplicación del yodo de Lugol, los condilomas cervicales no toman la tinción del yodo (yodonegatividad).
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