El colposcopio es un microscopio estereoscópico de baja potencia utilizado para visualizar el cuello uterino y otras partes del tracto genital inferior, ayudado por una potente luz que ilumina las áreas objeto de examen. Puede utilizarse para detectar una anomalía, determinar la extensión de la lesión y su gravedad, así como para guiar la biopsia desde el área más apropiada. El tratamiento por escisión de las lesiones precancerosas cervicouterinas se realiza bajo visualización colposcópica.
Las interpretaciones significativas de las características colposcópicas requieren un profundo entendimiento de la histopatología del cuello uterino en condiciones normales y atípicas.
La apariencia colposcópica está determinada por la arquitectura del epitelio y el estroma subyacente. El epitelio normal del cuello uterino es translúcido y actúa como un "filtro" que transmite la luz. La luz transmitida se refleja en el estroma rojo y es visible a través del colposcopio. El estroma se ve rojo debido a la abundancia de vasos sanguíneos. El color rojo del estroma le da la apariencia rosada al cuello uterino. Los vasos sanguíneos que se observan en el cuello uterino durante la colposcopia están en el estroma. Se vuelven visibles debido a la naturaleza translúcida del epitelio que los recubre.
A medida que el epitelio escamoso se va engrosando debido a la maduración progresiva por la edad, la luz transmitida a través del "filtro" se reduce y el cuello uterino toma una apariencia menos rosada (pálida).
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