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La colposcopia y el tratamiento de la neoplasia intraepitelial cervical: Manual para principiantes, J.W. Sellors & R. Sankaranarayanan
Capítulo 11: Cómo proporcionar asistencia continua a las mujeres
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- Cuando se le diagnostica a una mujer infección genital, hay que comenzar el tratamiento con
prontitud siguiendo las normas de la OMS.
- Si bien puede ser preferible tener el diagnóstico de NIC firmemente establecido antes de iniciar el
tratamiento, en muchos entornos de bajos recursos puede comenzarse a tratar en función de los
resultados de la primera colposcopia, para maximizar la cobertura de tratamiento.
- La atención de las mujeres con lesiones NIC 1 lesiones puede seguir una de las siguientes vías: (i)
tratamiento inmediato o (ii) seguimiento y ulterior tratamiento si la lesión persiste o si progresa
después de 18 a 24 meses.
- Todas las mujeres con lesiones NIC 2 y NIC 3 deben tratarse por crioterapia o LEEP.
- Las que son diagnosticadas de carcinoma invasor deben recibir tratamiento con prontitud.
- Puede volverse a explorar a las embarazadas diagnosticadas de NIC de alto grado alrededor de las 28
semanas de gestación. Si la enfermedad está estabilizada, se puede examinar a la mujer 2 ó 3 meses
después del parto, para establecer el diagnóstico definitivo por biopsia y tratar las lesiones como
convenga.
- Es conveniente citar a las mujeres tratadas por NIC entre 9 y 12 meses después del tratamiento.
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| | | | La planificación de la atención médica a una mujer
después de su evaluación colposcópica inicial es
principalmente responsabilidad del colposcopista. Es
apropiado que la mujer participe en el proceso
decisorio. La atención depende generalmente de la
evaluación final, tras haber integrado los hallazgos
colposcópicos con los informes histopatológicos. Los
planes cambian si la mujer está embarazada. Deben
detallarse explícitamente en el expediente médico y
comunicarse con claridad a la paciente tan pronto como
sea posible. En condiciones ideales, los informes
histopatológicos (de biopsia, LEC, LEEP o citología) le
llegarán al colposcopista en el plazo de tres semanas
desde que se hizo la colposcopia. La crioterapia o la
LEEP son las dos formas de tratamiento abordadas en
este manual (véanse capítulos 12 y 13), pero debe
recalcarse que cada una tiene indicaciones específicas y
deben usarse solo cuando se satisfacen todos los
criterios de admisibilidad para la terapia específica. En
la figura 11.1 se muestra un plan general de manejo que
puede adaptarse en los entornos de bajos recursos.
Generalmente, es preferible tener el diagnóstico de
la neoplasia intraepitelial cervical (NIC) firmemente
establecido antes de tomar una decisión sobre el
manejo y de ofrecer cualquier tratamiento. Sin
embargo, puede haber excepciones a esta regla. Por
ejemplo, en muchos entornos, particularmente en los
países en desarrollo, puede ofrecerse tratamiento en la
primera visita para colposcopia, sobre la base de la
evaluación colposcópica, para maximizar la cobertura
de tratamiento (de otro modo, las pacientes perdidas
para el seguimiento no recibirían tratamiento de sus
lesiones). Si la decisión es tratar con crioterapia,
pueden efectuarse una o más biopsias dirigidas antes
de la crioterapia, pues este tipo de tratamiento no
genera muestras tisulares para el examen histológico.
Una muestra hística tomada antes de instituir la terapia
ablativa ayudará a confirmar la naturaleza histológica
de la lesión tratada a posteriori. Los colposcopistas
expertos también pueden emplear este enfoque para
maximizar la cobertura de tratamiento y reducir al
mínimo el número de visitas al consultorio en algunos
entornos. Sin embargo, este enfoque puede dar lugar a
un significativo grado de sobretratamiento. Aunque se
supone que los métodos de tratamiento como la
crioterapia y la LEEP son seguros, y tienen poca
probabilidad de asociarse con secuelas a largo plazo y
complicaciones, aún resta establecer firmemente las
implicaciones posteriores de tal sobretratamiento. Por
otro lado, es probable que ese sobretratamiento
pueda, hasta cierto punto, proteger contra el
desarrollo futuro de la NIC, en vista de la ablación de
la zona de transformación donde ocurren la gran
mayoría de las lesiones de NIC.
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Resultados después de la evaluación colposcópica
| Resultado de la colposcopia normal
| En la mayoría de las mujeres con un cuello uterino
normal, la evaluación mediante el colposcopio da lugar a
una evaluación satisfactoria del cuello uterino. Si se
observa la unión escamoso-cilíndrica y no existe signo
colposcópico alguno de NIC o de cáncer invasor, la mujer
debe ser dada de alta y puede reanudar la participación
en el programa de tamizaje, si existe uno en la región
(¡que no es el caso en muchos países en desarrollo!). De
otro modo, se le puede recomendar repetir el examen de
tamizaje después de tres a cinco años.
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| | Infección genital
| Si se diagnostica una infección genital, debe instituirse un
rápido tratamiento según las normas de la OMS (WHO,
2001). En el cuadro 11.1 se esbozan las políticas de
tratamiento para las mujeres embarazadas y no
embarazadas, con diagnóstico de infección genital. El uso
del metronidazol oral está contraindicado durante el primer
trimestre del embarazo, pero puede emplearse con
seguridad en el segundo y tercer trimestres. Debe advertirse
a quienes lo toman no consumir alcohol mientras reciben el
medicamento o hasta 24 horas después de ingerir la última
dosis. Las pacientes con sífilis avanzada pueden requerir
tratamiento prolongado con antibióticos. No existe
tratamiento conocido para las infecciones por herpes
genital, pero el curso de los síntomas puede modificarse si
se inicia tratamiento sistémico con aciclovir o sus análogos.
11.1 Tratamiento de las infeccione...
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| | Leucoplasia (hiperqueratosis)
| La leucoplasia debe biopsiarse y remitirse para el
examen histopatológico, para descartar la neoplasia
cervical subyacente.
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| | Condilomas
| Los condilomas deben biopsiarse y las lesiones exofíticas
exocervicales localizadas pueden ser tratadas mediante
tratamiento ablativo con crioterapia o electrofulguración
o con tratamiento escisional como la LEEP.
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| | NIC 1
| Si el diagnóstico final en una mujer es NIC 1, el manejo
clínico puede seguir uno de los siguientes cursos: (a)
tratar de inmediato la lesión o (b) seguir a la mujer
citológica o colposcópicamente y luego tratarla si la
lesión es persistente o progresiva después de 18 a 24
meses y, si se produce regresión, darla de alta del
consultorio de colposcopia. En el contexto de los países
en desarrollo, puede decidirse tratar a la mujer
inmediatamente, porque muchas no regresan para una
visita de seguimiento. Si se decide tratar a la mujer con
crioterapia o LEEP, debe programarse al menos una
visita de seguimiento entre 9 y 12 meses después del
tratamiento (véanse capítulos 12 y 13). Después de la
crioterapia y la LEEP, la curación del cuello uterino es
macroscópicamente evidente a las 3 ó 4 semanas; los
aspectos citológico y colposcópico seguirán reflejando
los efectos curativos o regenerativos durante
aproximadamente tres meses.
Si la visita de seguimiento no revela signo alguno de
enfermedad persistente, la mujer puede ser dada de
alta del consultorio de colposcopia y asesorada para
participar en el programa de tamizaje, si existe uno en
la región. De otro modo, puede recomendársele repetir
el examen de tamizaje después de tres a cinco años. Si
durante la visita de seguimiento se halla enfermedad
persistente, deben llevarse a cabo investigaciones
apropiadas y el tratamiento adecuado con crioterapia,
LEEP o conización mediante bisturí.
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| | NIC 2-3
| Todas las mujeres con lesiones de alto grado (NIC 2 o NIC
3) deben ser tratadas con crioterapia o LEEP. Deben
respetar estrictamente los protocolos de manejo y
concurrir para una visita de seguimiento entre 9 y 12
meses después del tratamiento (véanse capítulos 12 y
13). La mujer puede ser dada de alta del consultorio de
colposcopia si la visita de seguimiento no revela signo
colposcópico o citológico alguno de enfermedad
persistente y se le puede recomendar reanudar la
participación en un programa de tamizaje, si existe uno
en la región, o puede seguírsela después de tres a cinco
años. Si se detecta enfermedad persistente, se debe
instituir el tratamiento apropiado.
Si se efectúa una LEEP por NIC de cualquier grado y el
informe histopatológico de una muestra de la LEEP
indica la posibilidad de una escisión inadecuada de los
bordes exocervicales o endocervicales, se debe efectuar
una cuidadosa evaluación en tres visitas de seguimiento
con citología, si se dispone de ella, y colposcopia, con
atención especial al conducto cervical, a los 3, 9 y 15
meses. El problema de los bordes afectados requiere un
manejo cuidadoso. Si se detecta enfermedad
persistente en cualquier visita de seguimiento, la
paciente debe ser seguida y tratada apropiadamente. Si
existen pruebas citológicas, de LEC o colposcópicas de
una lesión persistente, y los límites pueden verse y
están dentro del alcance de un cono de LEEP, se puede
efectuar entonces ese procedimiento. De otro modo,
debe realizarse una conización con bisturí convencional
para asegurar la remoción completa de la lesión. Si los
resultados son normales en las tres visitas de
seguimiento, la paciente puede reingresar a un
programa de tamizaje, o ser seguida una vez en tres o
cinco años.
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| | Cáncer invasor
| Un diagnóstico de carcinoma escamocelular invasor o de
adenocarcinoma requiere derivación inmediata para el
tratamiento definitivo con cirugía o radioterapia (o
ambos), con quimioterapia o sin ella.
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| | Mujeres que requieren investigaciones diagnósticas adicionales
| Algunos casos evaluados mediante colposcopia
requieren investigaciones de diagnóstico más amplias
antes del tratamiento. Un pilar en tal investigación es la
conización convencional con bisturí. Las indicaciones
para la conización biópsica diagnóstica se muestran en
el cuadro 11.2. Si la lesión de NIC invade mucho el
conducto cervical (más de 1,5 cm) o si no se visualiza su
límite superior, está indicada la conización con bisturí.
A las mujeres con cualquier informe citológico de
anomalía que indique posible displasia glandular se les
debe efectuar un LEC, además de la evaluación
colposcópica. Si el LEC no brinda indicios de lesión
glandular (pero sí lo hace la citología), puede indicarse
la conización con bisturí. La citología que sugiere
adenocarcinoma o las pruebas histológicas de displasia
glandular o adenocarcinoma deben ser seguidas por una
conización con bisturí para evaluar a fondo el grado y la
gravedad de la enfermedad. Si se detecta un
adenocarcinoma, debe tratárselo definitivamente
cuanto antes.
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Embarazadas
| | | El embarazo puede ser la primera oportunidad de
una mujer para someterse a tamizaje para el cáncer
cervicouterino como parte de la atención prenatal
corriente. En este caso, a menudo se la puede enviar
a colposcopia después de un resultado citológico
anormal antes de la mitad del embarazo. Se tratan
más adelante las posibilidades y recomendaciones
usuales sobre cómo debe procederse en cada caso.
Los colposcopistas deben saber que las lesiones
observadas en el cuello uterino gestante pueden
tornarse más pequeñas después del parto debido a la
retracción del cuello uterino. Las lesiones tenderán
a migrar después del parto hacia el orificio cervical
externo debido a la inversión (lo contrario de la
eversión) del epitelio cervical. Por consiguiente, una
lesión seguida en el período posparto puede parecer
más pequeña y ubicarse más en el conducto que en
el ectocérvix.
Durante el embarazo, se considera un manejo
adecuado basar el diagnóstico de trabajo en una
evaluación colposcópica de la NIC sin confirmación
biópsica. Ante la menor sospecha de que la
enfermedad pueda ser un cáncer invasor, debe
obtenerse una biopsia. Ya que la derivación y el
diagnóstico colposcópico ocurren generalmente
cerca de la mitad del embarazo, cuando se sospecha
una NIC de alto grado, la mujer puede reexaminarse
alrededor de las 28 semanas de gestación. Los
exámenes citológicos y colposcópicos deben
realizarse en ambas visitas. Si el diagnóstico
citológico o colposcópico cambia a un grado más
grave de anomalía en cualquiera de las visitas de
seguimiento durante el embarazo, se debe obtener
una biopsia dirigida con sacabocados. Si la
enfermedad es estable, la mujer puede evaluarse en
los 2 a 3 meses que siguen al parto para el
diagnóstico definitivo mediante biopsia y el manejo
apropiado de cualquier lesión. Los planes de manejo
para las visitas de seguimiento de mujeres después
del parto dependen del diagnóstico final y
corresponden a los descritos para las no
embarazadas.
El parto vaginal puede permitirse si, confirmada la
microinvasión o la NIC, se planifican la revaloración
y el tratamiento posparto definitivo. Estas mujeres
deben citarse para la revaloración definitiva entre
las 8 y 12 semanas posparto. Antes de una nueva
colposcopia, el cuello uterino debe haber
involucionado o sanado completamente.